domingo, 6 de septiembre de 2009

María, discípula y misionera. (D.A. 266-272) La máxima realización de la vida cristiana como una vivencia trinitaria de hijos de Dios, nos es dada en la Virgen María, quien es modelo perfecto de la discípula del Señor. Ella ha vivido por entero toda la peregrinación de la fe como madre de Cristo y luego de los discípulos, sin que le fuera ahorrada la incomprensión y la búsqueda constante del proyecto del Padre. Desde la cruz, Jesucristo confió a sus discípulos, representados por Juan, el don de la maternidad de María, que brota directamente de la hora Pascual de Cristo: “y desde aquél momento el discípulo la recibió como suya” (Jn.19, 27) Perseverando junto a los apóstoles en la espera del Espíritu, cooperó con el nacimiento de la Iglesia misionera, imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente. María es la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo y formadora de misioneros. En María nos encontramos con Cristo, con el Padre y el Espíritu Santo, asimismo con los hermanos. Por eso, María, Madre de la Iglesia, además de modelo y paradigma de humanidad, es artífice de comunión. Uno de los eventos fundamentales de la Iglesia es cuando el “sí” brotó de María. Ella atrae multitudes a la comunión con Jesús y su Iglesia, como experimentamos a menudo en los santuarios marianos. Hoy que en nuestro continente americano se quiere enfatizar el discipulado y la misión, ella es quien brilla ante nuestros ojos como imagen acabada y fidelísima del seguimiento de Cristo. Ella nos enseña el primado de la escucha de la palabra en la vida del discípulo y misionero. En nuestras comunidades, su fuerte presencia ha enriquecido y seguirá enriqueciendo la dimensión materna de la Iglesia y su actitud acogedora, que la convierte en “casa y escuela de comunión”. Octavio Rosas Figueroa.
POEMA SOBRE LA EVANGELIZACIÓN EN LA CULTURA POSTMODERNA A evangelizar Un reto del mundo es conocer su cultura: costumbres y lenguas, expresiones que perduran. Y no es tanto por conocer, ¡por que evangelizar nos apura! Hoy se habla del modernismo, del posmodernismo también. Y la religión presenta un dinamismo que la cultura ha influenciado hasta lo más hondo del ser. Y no es para más, si de política hablamos, de economía y New Age, tantas mezclas de culturas y religiones también. hacen falta seres humanos que se vistan de cristianos y anuncien a Cristo y a su evangelio de fe. Los valores han quedado, como esferas y adornos en un mundo secularizado por consumismo y placer, hace falta quien promueva, la vida, el amor y la fe, discípulos misioneros como Jesús de Nazaret. La pobreza e ignorancia vayamos a evangelizar, un mundo necesitado, con hambre y con sed. Que las ideas no queden, en aula pupitre y pared, con presteza y oración más las armas de la fe, ¡a evangelizar te invito!, la cultura; fe ten. Octavio Rosas Figueroa.